Carta de Isabel García Sanz: La verdad entraña un peligro

Después de 20 años como presidenta de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo y de 35 luchando para poner en valor nuestro deporte y nuestra profesión, finaliza mi etapa al frente de la organización federativa.

Estoy orgullosa de haber liderado un proyecto de profunda transformación del salvamento y socorrismo federado español en una actividad que respeto
profundamente y que ha sido mi prioridad vital durante 35 años, por delante de mi vida personal, familiar y profesional.

Lo he hecho por construir un proyecto de expansión, de proyección y de futuro que ha posibilitado crecer y consolidarse un deporte que en 2004 estaba condenado a desaparecer por el poco honorable uso de los recursos que se había hecho antes de mi llegada a la Presidencia.

Nunca pude practicar el salvamento y socorrismo como deportista, porque no existía en mi comunidad. El mismo empeño que puse hace 35 años en constituir la
Federación de Castilla y León y articular lo que hoy es un referente nacional en nuestro deporte, puse en reflotar una Federación Española ahogada por las deudas encubiertas en una contabilidad ficticia, marcada por la violencia y la agresividad en las competiciones, la desestructuración de la Selecciones nacionales, la desigualdad entre deportistas y clubes, a los que se les aplicaban derechos y obligaciones según la afinidad, o la ausencia de juego limpio.

Veinte años después, gracias a las personas que me han acompañado y a mucho sacrificio se ha erradicado todo eso y se ha logrado que quede no solo como un
lejano recuerdo amargo de la historia de nuestro deporte, sino que, hoy día, el salvamento y socorrismo es mucho más potente y conocido y disponemos de una
Federación que tiene el respeto y el reconocimiento social.

La falta de ese respeto y la situación de bloqueo de la gestión a la que se ha dirigido el Consejo Superior de Deportes me ha llevado a la decisión de dimitir como
presidenta de la Federación y a no optar a la reelección, como era mi primera intención.

La palabra dada

El 21 de mayo de 2024 anuncié al presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, y al del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco Bravo, que si el Gobierno no apoyaba la participación de la Selección española en el Campeonato de Europa Júnior por Naciones, que tendría lugar en junio en Alemania, no optaría a la reelección. Días después le hice la misma afirmación a la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría.

Nadie movió un dedo. Lo mismo me equivoqué y les enseñé la vía para librarse de la única presidenta de una federación deportiva española que tiene en la Audiencia Nacional al Consejo Superior de Deportes o que ha denunciado las irregularidades que se producen a la hora de tramitar las millonarias subvenciones del Consejo Superior de Deportes. Pero la defensa del respeto a nuestro deporte y a nuestras y nuestros deportistas, técnicos y personal arbitral no me daban más opción.

Lejos quedan las palabras de la ministra de no dejar a nadie atrás, de tener el deporte español como bandera de igualdad o el apoyo al empoderamiento de la
mujer y a todos los deportistas que contribuyen a engrandecer la marca de país. Conceptos tan manidos y falaces como alejados de la realidad. Es el mejor ejemplo de que la gestión política del deporte en España se ha instalado en el trumpismo, la mentira, el bulo y la desinformación.

Salvamento y Socorrismo no es la única víctima, lo son todas las federaciones no olímpicas o paraolímpicas o aquellas que el Gobierno no considera mediáticas, o, simplemente se les cruce en el camino de sus intereses, no siempre en pos del bien público.

Punta de lanza

Somos la punta de lanza que se ha enfrentado a ello y, a fuerza de constatar la realidad, bien lo hemos pagado en los últimos seis años, en que estamos en el nivel
más bajo de subvención ordinaria por parte del Consejo Superior de Deportes, pese a que este, a bombo y platillo, hable de que nos encontramos ante “una inversión récord en deporte”. Es cierto, 375 millones en la actualidad frente a 143 de 2014. Lo que obvia el Gobierno es dónde va ese dinero, a quien se lo da.
Hay federaciones o, incluso, sociedades anónimas deportivas que reciben en una única subvención no ya el triple que en todas a las que concurre nuestra Federación en todo el año, sino que casi lo mismo que todo nuestro presupuesto, que se ha triplicado en el mandato que ahora termina.

Ahora, además, el presidente del Consejo Superior de Deportes ha dictado una resolución para encorsetar a la carta, a su carta, claro, la posibilidad de obtener
subvenciones de este organismo. Aún a sabiendas de que su respuesta, si llega porque el silencio administrativo, y el no administrativo también, es parte de lo que se conoce como una pauta de comportamiento. El aro será más ancho o menos según interese. Salvamento y Socorrismo, en un ejercicio de responsabilidad, ha recurrido que no solo atenta a la Leyes, sino también vulnera de manera flagrante varios preceptos de la Constitución.

La falta de apoyo del Consejo Superior de Deportes, en unos casos, cuando no el acoso o la falta de respeto en otros, ha llegado, incluso, en el último año, a que uno de sus funcionarios que interviene en la mayoría de los procesos de subvenciones, el subdirector General de Alto Rendimiento, Aitor Canibe, difundiese lo que es el paradigma de un bulo, el esparcir una noticia falsa con un fin espurio.

Incompetencia y maldad

Lo hizo en una reunión de presidentes de federaciones deportivas españolas celebrada en el Comité Olímpico Español, donde dijo que la subvención ordinaria de las 65 federaciones, la que se destina a sufragar las principales actividades, no se abonaba porque Salvamento y Socorrismo había presentado alegaciones, algo que cayó por su propio peso cuando pasó el tiempo y seguían sin pagar. Lo que no sabemos es si fue porque no tenían dinero o porque el funcionamiento del Consejo Superior de Deportes no daba para más. En todo caso, una cuestión de su incompetencia. Y de maldad.

Como ha escrito recientemente, Perfecto Andrés Ibáñez, magistrado emérito de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, “nada más difícil de justificar que lo que carece de justificación”.

Este mismo personaje fue el que nos transmitió el 21 de mayo de 2024, cuando anuncié que me iba si la Selección nacional júnior no acudía al Europeo de Alemania, que no nos preocupásemos, que generásemos un gasto para el que no teníamos partida y que ya lo solventaría el Consejo Superior de Deportes a través de una línea de subvención específica para estos casos. Otra mentira. Aparte de que no queda muy bien que un funcionario anticipe la resolución de los procesos de subvenciones antes incluso de que se convoquen.

El camino que ha emprendido el Consejo Superior de Deportes solo da pasos para la desaparición del mundo federado, tal y como lo conocemos, o al menos, de las federaciones que no sirven a sus objetivos políticos, en el sentido más ruin del término.

Parafraseando un concepto referido hace pocos días en un auto que anula unas actuaciones judiciales, “no se puede obtener la verdad real a cualquier precio. No
todo es lícito en el descubrimiento de la verdad”, para conseguir las metas políticas no todo vale, no todo es lícito para hacer lo que le viene a uno en gana. Y más
cuando se dice que se defiende exactamente lo contrario.

Qué lejos está de esta penosa realidad, avalada por la más alta responsable política del deporte, la ministra Pilar Alegría, con la que me encontré en 2005 cuando el ajuste real de las cuentas desveló que habían llevado a la quiebra a la Federación.

Una visión distinta del deporte

Entonces, de la mano de Jaime Lissavetsky, en ese momento en sus primeros meses al frente del Consejo Superior de Deportes, se logró revertir la situación y sentar las bases del exponencial desarrollo que se ha experimentado en nuestro deporte federado.

Un modo de entender el deporte, y la política, muy lejos de la situación actual, donde la política no es política y los intereses privados priman sobre el bien común y el deporte español no es para las 65 federaciones, sino solo para unas pocas elegidas, que deben ser los únicos dignos de representar  internacionalmente a nuestro país.

Como dije en una ponencia en el Senado sobre mujer y deporte base, que no sirvió para nada más que para que algunos afilasen aún más sus cuchillos, las medallas que nuestras y nuestros socorristas obtienen en los Campeonatos de Europa y del Mundo, quizás “no lleguen a dar la suficiente buena imagen de nuestro país”, aunque la bandera que sube y el himno que se escucha, cuando es oro, es el mismo que para los demás. No debe serlo para quien ha destinado 17 millones de euros a un programa que excluye a las federaciones no olímpicas o consideradas no mediáticas y 6,5 millones en una protección social en el fútbol femenino y aficionado, lo que dicho en román paladino es pagar a los clubes las cuotas empresariales de la Seguridad Social de sus deportistas y técnicos.

La falacia y la hipocresía institucional nos ha llevado a situaciones tan malévolas como impedir por parte del Consejo Superior de Deportes que la Federación  apruebe ayudas a nuestros tres clubes afectados por la dana del 29 de octubre pasado en Valencia, tan fraude político como el que aún no se sepa nada de los dos millones prometidos en subvenciones para el deporte dañado por el desastre de la Comunidad Valenciana, no solo por Rodríguez Uribes sino también por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Agradecimiento a quienes han estado a mi lado

Mi más sincero agradecimiento a quiénes en el ámbito de las federaciones deportivas españolas, a pesar de esas circunstancias, se han mantenido a mi lado y me han apoyado públicamente conociendo que el único propósito era minar mi credibilidad y la de nuestra Federación utilizando de forma bastarda un poder que
las urnas no le han dado para ello.

En un mundo en el que la hipocresía campa a sus anchas, aún quedan personas con palabra y yo di la mía a todos los que podían haber hecho algo, y no lo hicieron, por evitar la decisión que hoy hago ejecutiva.

He protegido los intereses de mi deporte ante este panorama, contra el poder establecido, el lobby existente entre dirigentes federativos o el acoso, los insultos y
las amenazas que durante los últimos años he sufrido únicamente por defender y reclamar lo que en derecho le corresponde, algo tan sencillo como la igualdad de la que tanto hablan los políticos y que tan poco practican. Unos desde el Gobierno y otros desde la vida plácida y contemplativa de una oposición que no hace nada.

Hitos históricos hoy cotidianos

Echando la vista atrás, puedo decir con orgullo que se han logrado hitos históricos que ahora parecen cotidianos, como si fuese el sol como amanece cada día. Ahí queda la llegada del cronometraje electrónico, en 2005, y su implantación en todas las competiciones nacionales, la apuesta por la creación de las categorías benjamín y máster, la organización de competiciones internacionales de forma regular en nuestro país, ser la Federación que más Campeonatos de Europa, de nuestro deporte, ha organizado en las dos últimas décadas, la erradicación de la violencia contra clubes, deportistas y equipos arbitrales en las competiciones, la digitalización y profesionalización de la gestión o el posicionamiento mundial de nuestros y nuestras dirigentes que con su trabajo han logrado que nuestra Federación sea referencia en todo el mundo y se haya constituido en un modelo que muchos imitan y en la que quieren verse reflejados.

Gracias a ese reconocimiento internacional y al trabajo desarrollado por todos los estamentos (deportista, técnico, arbitral y directivo) estamos en el top 5 mundial y el top 3 europeo de nuestro deporte y, por ejemplo, hemos logrado firmar un acuerdo histórico de intercambio de deportistas y personal técnico con Australia, la cuna del salvamento y socorrismo, así como la invitación desde 2019 a la más prestigiosa competición mundial fuera del calendario oficial, la International Surf Rescue Challenge (ISRC).

La reconstrucción de nuestra historia no ha sido fácil pero era necesaria. Se ha logrado en el excepcional e ingente trabajo que se realizó para poner en valor el 60 aniversario de esta Federación en 2021, un hito basado en la dedicación y el esfuerzo de cada una de las personas de todos los estamentos que han formado parte deeste deporte y han contribuido a su excelencia.

Titulaciones e igualdad

El desarrollo de las titulaciones deportivas de salvamento y socorrismo supuso muchos años de trabajo, de debate y de defensa con el Ministerio de Educación y el Consejo Superior de Deportes para desarrollar las enseñanzas deportivas que hoy día están implantadas en numerosas comunidades y forman cientos de
profesionales.

Ser un referente en materia de igualdad donde todas las personas tienen los mismos derechos y los niños y las niñas disponen de referentes en todos los estamentos de nuestro deporte ha pasado, entre otras acciones, por mantener actividades paritarias, como campeonatos y concentraciones a pesar de la insistencia permanente de la Subdirección de Mujer del Consejo Superior de Deporte de imponer la organización de actividades solo femeninas, nos ha costado no pocos disgustos en subvenciones y reintegros de becas concedidas a niñas en actividades ya realizadas sin ninguna justificación que han tenido que asumirse con recursos propios federativos.

Han sido veinte años en los que he intentado estar al lado de deportistas, clubes, socorristas y de la sociedad en los peores momentos de nuestra historia, la
pandemia de la COVID-19, desarrollando las primeras instrucciones para hacer seguro el trabajo de los socorristas en todo el país (dos meses y medio antes que las dictadas por el Consejo Superior de Deportes, donde hubo huida generalizada en la atención de su gestión que se extendió bastante más que el confinamiento), habiéndonos convertido en la primera federación deportiva española en arrancar con la competición federada a las pocas semanas de salir del confinamiento, y ser la única a nivel mundial, en nuestro deporte, que continuó con el calendario deportivo y que tuvo la capacidad para volver a ilusionar a todo el salvamento y socorrismo mundial organizando los Campeonatos de Europa de Naciones de 2021, retransmitidos por RFESSMedia, la única televisión a nivel mundial para nuestro deporte y para nuestra profesión.

Prevención en el medio acuático

El trabajo en prevención de accidentes y ahogamientos en el medio acuático, uno de los principales objetivos de nuestra Federación, se ha proyectado no solo en las múltiples acciones de formación para toda la sociedad que hemos llevado a cabo.  Sus principales expositores son el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que elaboramos desde 2015 y que es la única estadística que sobre esta casuística se actualiza a diario y referente para medios de comunicación e instituciones, y el Congreso Internacional de Prevención de Ahogamientos (CIPREA), ya con cuatro ediciones desde 2016, la principal conferencia del ámbito europeo y latinoamericano de esta materia y la segunda más importante del mundo.

Algo que no hubiera sido posible sin muchas horas de trabajo voluntario de una multitud de personas, porque aquí tampoco ningún Gobierno ha estado a nuestro lado.

En los peores momentos es donde sale lo bueno y malo de cada uno, de cada institución y de cada persona. Mi llegada a la Real Federación Española de
Salvamento y Socorrismo cambió la opacidad por la transparencia y reveló la situación de quiebra absoluta en la que se encontraba, lo que la avocaba al cierre
definitivo.

Fue el momento en el que federaciones como Castilla-La Mancha, Extremadura o Galicia retiraron el apoyo económico a través de la formación de socorristas
mientras otras, como Castilla y León, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Aragón o Cantabria, redoblaban sus esfuerzos para contribuir y ayudar a que este deporte no desapareciera.

Mientras unos han mantenido una entrega y una solidaridad que consiguió su objetivo, el bien común del que durante veinte años se sigue beneficiando el
salvamento y socorrismo español, otros han permanecido en la miseria y el resentimiento que provoca el haber perdido las francachelas y oportunidades de
negocio que no pagaban de su bolsillo.

Mi más sincero agradecimiento a los presidentes de las federaciones autonómicas que han sabido tener una visión de país, sostener un verdadero patriotismo donde la ocasión se lo demandaba, y de solidaridad apostando por la estabilidad de la Federación Española, que es la entidad que nos acoge a todas y a todos sus
federados.

En tantos años de historia ha habido muchos momentos duros y amargos y otros muchos en los que la ilusión y la esperanza de futuro han alentado la continuidad del esfuerzo que supone, como todos sabéis, ser dirigente en una Federación de pocosrecursos como la nuestra.

Punto final

Hoy pongo punto final a este trabajo al frente de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo porque mi promesa de dimisión está preñada de moral, como la define Kant, y agradeciendo, de todo corazón, a todas y cada una de las personas que han hecho posible su evolución a lo largo de este tiempo, instituciones privadas y públicas del ámbito autonómico, provincial y local, socios estratégicos, patrocinadores, empresas colaboradoras, clubes, federaciones autonómicas, familias y cientos de personas que de forma voluntaria y juntas hemos recorrido este camino, invirtiendo su tiempo para que nuestra Federación sea el referente que eshoy y haya llegado al nivel más alto de su historia.

Por citar un único dato objetivo que tiene trascendencia en el desarrollo de nuestro calendario nacional, mientras que entre 2014 y 2023, según datos del Consejo Superior de Deportes, las federaciones deportivas españolas subieron en conjunto un 13,64 por ciento sus recursos propios (publicidad y patrocinios, licencias y cuotas de clubes, cuotas de participación en competiciones organizadas por la federación, ingresos procedentes de actividades de formación, otros ingresos corrientes e ingresos excepcionales), la nuestra lo hizo en un 82,73 por ciento, es decir, casi seis veces más que la media. Ya en 2014 se había duplicado sobre 2005, mi primer ejercicio completo en la Presidencia.

Ya lo cité en el Senado: “A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia”. Lo dijo don Miguel de Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936.

Voy a cumplir con los compromisos internacionales que tengo hasta 2028 en las Federaciones Europea, Latinoamericana, Internacional y en la Confederación
Mediterránea de Salvamento y Socorrismo, desde donde continuaré mi trabajo de apoyo a nuestro deporte.

También voy a perseverar en eludir la aquiescencia, defendiendo la mejor etapa de la historia del salvamento y socorrismo federado español allí donde sea necesario.

Estoy convencida de que en ese empeño me voy a encontrar con muchos de vosotras y vosotros.

13 de febrero de 2025

Isabel García Sanz